Pánico, opacidad, linealidad, alivio y espectáculo.

Resumen

De la imposibilidad de nombrar una obra nace precisamente la necesidad de crearla. Me parece, por tanto, innecesario abundar sobre lo que representa la obra de Santiago Cirugeda, y sí interesante alcanzar a comprender su necesidad. La casi totalidad de las acciones y sus obras-residuo correspondientes responden a necesidades concretas del habitante de la ciudad con temporánea. Una ciudad no reconocida, casi ignorada por los planeadores-planeantes y que, sin embargo, a veces se vuelve en sacudidas, en convulsiones, como respuestas a necesidades vitales, vigentes, coetáneas, co-instantáneas. Las necesidades del habitante contemporáneo son variables. A veces son programáticamente instantáneas, y sin embargo, sus escenarios, los entornos donde han de vivir son permanentes y, lo que es peor, valorados por su permanencia. Quisiera mostrar en situaciones, léase en su completo sentido y significado, la necesidad de ciertas convulsiones de la ciudad contemporánea que han favorecido la aparición de los objetos-solución de Santiago Ciruqeda.