Coherente con su función de templo cultural de la Acrópolis barcelonesa, el
CaixaForum se ha convertido en un referente imprescindible del debate, el pensamiento, el arte y la
comunicación de la ciudad. A la espera de nuevos escombros provenientes del Forum2004, este centro
cultural cumple una misión de aliento de la ideas y fomento de actividades que ha sido posible gracias a
la infraestructura que le brinda la intervención aquí analizada. Conviene no olvidar que el espacio
globalizado hace de la eficacia -funcional, comunicativa, seductora- su punto fuerte. Y, en este caso,
el resultado es redondo.