Partitura para una realidad bizarra.

Resumen

Desde que a mediados de los años sesenta se abriese la frontera que separaba arte y vida, han sido numerosos los artistas que han hecho de la realidad su principal materia de trabajo. Se han convertido en obras de arte, paseos, comedores para indigentes, encuestas y por supuesto, fiestas. Éste es el caso de Streamside Day Follies, una de las piezas más representativas del artista francés Pierre Huyghe, diseñada como acto de inauguración de una nueva población a orillas del Hudson, Streamside Knolls. En realidad, la fiesta en sí es el primero de los tres actos de los que se compone la pieza. La propia fiesta, el registro videográfico y fotográfico de la misma,y finalmente la exposición de todo el material generado; pero sirve de claro ejemplo de cómo las prácticas artísticas actuales han apostado por el abandono de los espacios tradicionales de exposición para insertarse en la colectividad.